jueves, 9 de junio de 2011

Reforma Tributaria busca disminuir contaminación ambiental

Quito (Pichincha).- Cumpliendo con el mandato Constitucional, el Gobierno Nacional propondrá a la Asamblea Nacional un proyecto de Reforma Tributaria Ambiental Pro-Salud cuyo objetivo primordial es generar conciencia ambiental, mitigar los impactos negativos de ciertas conductas ambientales y socialmente nocivas, además de precautelar la salud pública.
Los impuestos ambientales que el Ejecutivo plantea aplicar a las botellas plásticas no retornables para bebidas y a las fundas de plástico y de papel que tienen por finalidad facilitar el transporte de cualquier producto adquirido por un consumidor en establecimientos comerciales, tienen como objetivos reducir la utilización de las mismas para disminuir la contaminación ambiental que generan, promocionar recursos renovables y fomentar procesos de reciclaje como parte de una política ambiental integral.
Los bienes que se pretenden gravar tienen sustitutos perfectos, lo cual mitiga el impacto sobre la capacidad adquisitiva del consumidor, por ejemplo: fundas de telas, botellas retornables que son menos perjudiciales para el ambiente.
En el caso de las botellas plásticas no retornables para bebidas, se gravará a los envasadores e importadores de éstas con 2 centavos por unidad. Si bien este impuesto podría ser trasladado en parte al consumidor vía precio, las personas que recolecten las botellas no retornables y las depositen en centros de acopio autorizados o máquinas de reciclaje recibirán 2 centavos por cada una de ellas. Para tal objetivo está previsto instalar dichos centros y máquinas, en una primera fase, en los grandes establecimientos comerciales (por ejemplo, Supermaxi, Mi Comisariato, etc.) por ser puntos estratégicos y de mayor concentración de usuarios.
Es importante aclarar que están exentos del pago de este impuesto el embotellamiento de productos lácteos, medicamentos y otros que no entren en la categoría de bebidas.
Con respecto a las fundas plásticas y de papel, se gravará a los consumidores de éstas con 10 centavos por unidad y el impuesto se aplicará únicamente a aquellas que tienen la finalidad de facilitar el transporte de cualquier producto adquirido en puntos de compras, por lo que se excluyen de este tributo todas las fundas para uso industrial, agrícola, agro-industria, de exportación, para productos congelados y las biodegradables.
Este impuesto será de aplicación progresiva, tanto en el precio como en los locales. Se inicia en 10 centavos y se espera que en tres años se llegue a los 20 centavos, comenzando con un cronograma progresivo de implementación: contribuyentes especiales, sociedades y personas naturales obligadas a llevar contabilidad; es decir, no se afectará a los sectores de la economía popular y solidaria (por ejemplo: tiendas de barrio no obligadas a llevar contabilidad, mercados populares, ferias libres, entre otros).
El propósito es que la gente cambie sus patrones de consumo y que en lugar de usar fundas plásticas o de papel utilicen fundas de tela o canastos, que son menos dañinos ambientalmente.
Cabe recalcar que estos impuestos son parte de la política integral que lleva adelante el gobierno nacional en materias ambiental e industrial. /Ministerio de Finanzas

TOMADO DE: EL CIUDADANO (medio público)

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