domingo, 5 de junio de 2011

ADAM SMITH, EL LIBERAL, CONTRA LOS "NEOLIBERALES"

sábado 16 de mayo de 2009


Amartya Sen, el conocido premio Nobel de economía (1998), inauguró el Foro Mundial de Ciencias Sociales, celebrado en Bergen, Noruega, el 10 de mayo del 2009, con una clase magistral acerca de ¡Adam Smith!
Ciertamente no es el primero entre los economistas progresistas que valoran al fundador de la economía política. En Chile, por ejemplo, Orlando Caputo es probablemente quién más lo ha estudiado. El propio Marx consideraba que la historia del pensamiento humano había cambiado con el revolucionario descubrimiento de los clásicos, que la sustancia común, cuya existencia ya Aristóteles había identificado como requisito esencial, indispensable para el intercambio entre dos mercancías, no era otra que la cantidad equivalente de trabajo humano contenido en ambas.
Sin embargo, ello no dejó de sorprender en esta ocasión, puesto que el foro fue organizado, por UNESCO y otros organismos, con la finalidad expresa de ayudar a formular un marco conceptual alternativo al paradigma predominante hasta ahora, para comprender y enfrentar mejor el mundo post crisis. El escribiente de estas notas tuvo el privilegio de presentar allí un trabajo conjuntamente con la cientista política brasileña Sonia Draibe, a quién representó en el evento.
Amartya Sen elaboró en su intervención acerca de las ideas expuestas antes por él en un artículo incluido en el debate "El futuro del capitalismo," que ha venido publicando el diario británico Financial Times, que seguiremos en otras notas (la imagen adjunta está tomada de allí).
En su inteligente acercamiento, Sen vuelve a Smith contra los neoliberales, señalando que aquellos realizan una lectura unilateral del gran economista escocés del siglo de las luces (1723-1790).
En efecto, como recuerda el economista indio, los axiomas básicos sobre los cuales se construye el edificio conceptual del neoliberalismo - y otras visiones reduccionistas del pensamiento económico - se basan a su vez exclusivamente en la clásica demostración de Smith acerca del porqué los panaderos, destiladores, carniceros y consumidores comercian entre ellos: basta que persigan su interés personal, no se necesita nada más.
De este modo, argumenta Sen, el genial y riquísimo pensamiento de Smith ha terminado reducido a este teorema, que es repetido con majadería en los cursos elementales de economía dictados alrededor del mundo.
Sin embargo, escribe el premio Nobel indio, "a menudo se olvida que Smith no consideraba al puro mecanismo de mercado como un operador aislado de excelencia, ni tampoco la motivación del interés personal como lo único que se necesitaba."
"Quizás el principal error de esta visión -continúa el economista indio- radica en interpretar la limitada discusión de Smith acerca de porqué las personas buscan comerciar como un análisis exhaustivo de todas las normas de comportamiento e instituciones que él consideraba necesarias para que la economía de mercado funcione bien."
Entre otras normas requeridas para la operación eficiente de la economía, recuerda Sen, Smith destacaba la confianza mutua. Explicaba asimismo que esta cualidad no siempre existía, lo cual se olvida en los supuestos de los "campeones de la lectura del panadero-carnicero-destilador" como los llama Sen. Por otra parte, no olvidaba la tendencia a la especulación que de tiempo en tiempo se apodera de los que llamaba "pródigos y proyeccionistas," que dejaban de lado toda prudencia "de todas las virtudes aquella que es más útil para el individuo," según Smith, para quién al mismo tiempo "la humanidad, justicia, generosidad y espíritu público son las cualidades más útiles para los demás."
"A pesar de todo lo que Smith hizo para explicar el funcionamiento del mercado -escribe Sen-al mismo tiempo se preocupaba mucho de la incidencia de la pobreza, analfabetismo y privación relativa que podían permanecer a pesar del buen funcionamiento de la economía de mercado. Él quería una diversidad de instituciones y una variedad de motivaciones, no mercados monolíticos y la dominación singular de la motivación de las utilidades. Smith no sólo era un defensor del rol del Estado en hacer cosas que el mercado podía dejar de lado, como educación universal y alivio de la pobreza; argumentaba, en general, a favor de alternativas institucionales adecuadas a los problemas que aparecen, en lugar de anclar las instituciones a una fórmula fija, tal como dejar las cosas al mercado."
¡Es casi como pegarles en el suelo!

TOMADO DE: http://blog.manuelriesco.cl/2009/05/adam-smith-contra-los-neoliberales.html

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