miércoles, 26 de febrero de 2014

VENEZUELA: ¿ESTÁ MAL POR CULPA DE LA OLIGARQUÍA?

Hola estimados amigos (@s), los invito a leer mi más reciente carta al Director de Diario El Comercio de Ecuador, publicada el lunes 24 de febrero del 2014, en el prestigioso rotativo quiteño.

Al momento de subirla, tiene 711 lecturas y ha sido calificada por 70 personas como "cinco estrellas", es decir, excelente.  Me alegro que les haya gustado, me dan ánimo para seguir divirtiéndome, o sea, escribiendo.

Saludos cordiales y para leer la opinión mía sobre el caso venezolano (a propósito mi solidaridad con el pueblo, a quienes quiero mucho, no así a la dictadura gobiernista chavista madurista fascista y comunista que allí existe), sólo dale click en el siguiente enlace:

 http://www.elcomercio.com.ec/cartas_a_la_direccion/Venezuela-mal-culpa-oligarquia_0_1090091192.html



Saludos cordiales,

tu amigo

Pablo Zambrano Pontón  (PZP)



lunes, 17 de febrero de 2014

sábado, 8 de febrero de 2014

KEYNES, DESDE LA PERSPECTIVA DE MILTON FRIEDMAN

ENLACE AL VIDEO EN YOUTUBE (CLICK AQUÍ PARA VERLO Y ESCUCHARLO EN ESPAÑOL) : http://www.youtube.com/watch?v=S7NBOJPFQmY

MI OPINIÓN PERSONAL SOBRE ESTO, QUE CONSTARÁ EN MI PRÓXIMO Y QUINTO LIBRO: "VISA AL DESARROLLO":

¿QUIÉN ERA KEYNES PARA FRIEDMAN?

Extracto de entrevista realizada a Milton Friedman
Milton Friedman comparte con Keynes, el título, de mayor economista del siglo XX.

¿Qué podría decir sobre Keynes?

Friedman: Keynes fue un gran economista, por el cual tengo una enorme admiración. Creo que su mayor contribución fue el libro publicado en los años 20, llamado Programa para una Reforma Monetaria.  Él mostró que el Banco Central debe optar entre controlar los precios internos y la tasa de cambio.  No puede hacer las dos cosas al mismo tiempo.  En ese aspecto, estamos totalmente de acuerdo. Su libro más famoso, claro está, es la Teoría General del Empleo, del Interés y del Dinero, publicado en 1936.  Ese libro fue estimulado por la depresión mundial de los años 30.  Las fábricas vacías producían poco, mientras el pueblo tenía hambre y necesitaba ropas y techos.  ¿Cómo explicar esa contradicción? Keynes la explicó por el lado de la demanda y es por eso que el gasto público juega un papel vital.  La hipótesis Keynesiana era muy imaginativa e inteligente.

 ¿Y cuál es su mayor contribución, la suya Milton, a la teoría económica?

Friedman: Considero mi mejor libro Teoría de la Función Consumo, pero el más influyente fue Una Historia Monetaria de los Estados Unidos, escrito con Anna Schwartz. En ese libro ofrecemos una explicación alternativa a la crisis de los años '30. Para nosotros, la severa recesión se debió a fallas en la política monetaria adoptada por el Federal Reserve, el FED, el banco central americano. El FED permitió que la cantidad de dinero fuese reducida a un tercio. Creo que nuestra hipótesis se demostró mucho mejor que la Keynesiana.  Nuevamente, la prueba vino con el tiempo.

En los años 60, yo predije que si alguien intentaba mantener el desempleo bajo, gastando más y produciendo inflación, el resultado sería un fracaso en la reducción del desempleo y un éxito en el estímulo de la inflación. Lo que sucedió en los años '70 confirmó esa predicción. La combinación entre inflación y desempleo de los años 70, no es consistente con la teoría Keynesiana.

¿Keynes estaba totalmente equivocado?

R: Si él hubiera vivido más, habría estado de acuerdo en que su explicación no fue buena. No se puede decir que su teoría era medianamente correcta, pues no lo era.  Pero él fue fundamental para la economía.  Los fracasos son tan importantes como los éxitos en el desarrollo de cualquier ciencia.

¿Qué quiso decir con la frase "todos somos keynesianos”?
R: Sólo la mitad de mi frase se hizo famosa.  Yo dije que, por un lado, todos somos keynesianos, pero por el otro, hoy ya nadie lo es.  Somos todos keynesianos porque usamos los términos que Keynes introdujo, como pleno empleo, propensión a consumir o eficiencia marginal de la inversión. Pero nadie es ahora keynesiano, porque su conclusión de que para crear empleo es necesario gastar, ya no es aceptada”.

En el enlace digital: http: //e-pesimo.blogspot.com/2008/11/mercados-de-la-mano-invisible-de-adam.html, se lee:

“Tras la I Guerra Mundial y la crisis de la Segunda Internacional socialista, llegó Keynes.  El economista inglés, tan citado, evocado y añorado (como poco leído); partía de una educación y unos planteamientos muy clásicos. De hecho, fue alumno de Pigou y, sobre todo, Marshall.  Él no era un revolucionario, ni pensaba que el capitalismo fuera inviable o inaceptable como Marx.  Keynes, simplemente, pensaba que el mercado no funcionaba siempre, y que cuando fallaba, era necesario que el Estado acudiera en su ayuda, a resolver los problemas.  Pero sólo entonces.

Y ése es el modelo de Economía que triunfó desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El que tiene la mayoría de los países del mundo al día de hoy y que se conoce como economía mixta.  Una mezcla entre Estado y Mercado cuya proporción varía en función de la coyuntura internacional.

Desde 1945 a 1973 hubo más Estado.  Fue la época de los neokeynesianos, del triunfo de Paul Samuelson y su Economics, el manual más vendido de la historia.   Los años de más crecimiento de las economías de todo el mundo. Tras la superación de la Gran Depresión (para algunos,  lograda por el intervencionismo y el proteccionismo del New Deal, para otros retrasada precisamente por ello), se acabó la bonanza.  Tras la crisis del petróleo de 1973, el Estado perdió su aura.   Ya no era infalible.

Con la crisis financiera, se oyen voces hoy que piden la vuelta de la regulación y el fin del Consenso de Washington. Los partidarios de la economía social de mercado (o capitalismo renano), el modelo surgido en la República Federal Alemana durante la Guerra Fría, abogan de nuevo por un Estado fuerte que cuide de lo social mientras el mercado lo hace de lo económico”.    

 EN RESUMEN: El británico J. M. Keynes fue uno de los economistas más influyentes del siglo XX, junto con su colega norteamericano Milton Friedman, con quien presenta similitudes, pero a la vez diferencias.  Entre sus aspectos coincidentes, tenemos que para Friedman y para Keynes, la economía de mercado constituye el mejor sistema.  Mientras Keynes considera que el aumento de la oferta monetaria: sube el gasto público, aumenta la inflación (sólo en caso de que la economía ya esté en el pleno empleo), hace crecer la producción y reduce la desocupación.  Friedman, decía en cambio, que la política monetaria no tenía efecto alguno sobre las variables reales de la economía (producción y empleo), que es únicamente inflacionario. 

Este par de científicos sociales, considerados como los más importantes economistas del siglo XX, creían que el sistema capitalista era mejor que el socialismo; para generar: riqueza, bienestar, libertad y desarrollo.  Keynes en definitiva, era defensor del intervencionismo en la economía, cuando había fallas de mercado, mientras que Friedman era un ferviente seguidor de las teorías de Adam Smith; y en mi opinión, ambos tuvieron la razón, porque es necesaria la participación del Estado para generar infraestructura básica y en épocas de crisis recesivas; pero, en el largo plazo, debe ser aplicado el Liberalismo, es decir, un modelo basado en la inversión privada, en la libre empresa, la libre competencia, el libre comercio, con adecuadas políticas redistributivas de corte social en países subdesarrollados, donde el multiplicador de la inversión autónoma keynesiano juega un rol más decisivo, por la mayor propensión marginal al consumo que allí existe.

Así pues, una cosa es la política económica en tiempos de bonanza o de paz y otra muy diferente la que se debe emplear en tiempos de crisis o de guerra.  Keynes fue muy influyente en lo que a política fiscal se refiere.  Y Friedman, lo propio, en lo relativo a la política monetaria y la indiscutible necesidad de que el dinero no crezca (por los “malabares” del Banco Central en alianza con el Estado), a una tasa mayor, al incremento de la producción (PIB).

Finalmente, Keynes militó en el partido liberal, aunque criticó constructivamente la visión autorreguladora de mercado de los clásicos; su doctrina, el “keynesianismo”, fue la política económica dominante durante el crecimiento del PIB más largo del capitalismo del siglo XX, entre 1948 y 1967. Su modelo de crecimiento basado en el Estado, fue cuestionado a partir de los años 70, cuando una nueva crisis (estanflación) asomó en el horizonte. 


Sin embargo, debemos tener claro que las dos únicas corrientes científicas del pensamiento económico son: el liberalismo y el keynesianismo; prueba de esto, son los premios nobel de Economía, que desde 1968 (año desde el que se galardona a los economistas), únicamente han sido ganadas por sus representantes.  El marxismo, sólo ha producido guerrillas, rebeliones, indignados con el sistema, individuos parásitos a expensas del Estado, etc., siendo su aporte: filosófico, histórico, sociológico y político.  En este Siglo XXI (del Conocimiento), América Latina necesita: ¡más científicos y menos filósofos, historiadores, sociólogos o políticos!,  ¡más pragmatismo y menos ideología política!, ¡más unión y menos lucha de clases!, ¡ojalá algún día lo entendamos!...