miércoles, 1 de junio de 2011

REFORMA TRIBUTARIA DEL GOBIERNO, GRAVA EL CONSUMO

Se trata de una agenda con contenido ambientalista y de cuidado a la salud que pretende recaudar USD 200 millones, de los 406 millones calculados por el Régimen para cubrir la crisis sanitaria. El resto, según las autoridades se cubrirá con el excedente de los mejores precios internacionales del petróleo.
La propuesta del Servicio de Rentas Internas (SRI) tiene como tarea aumentar el Impuesto a los Consumos Especiales (ICE) a cigarrillos y bebidas alcohólicas y crear un nuevo impuesto ambiental al rodaje de vehículos.
Pero la medida ya genera críticas entre los consumidores y empresarios porque en vez de minimizar el consumo lo aumenta por vías de contrabando. La propuesta es aumentar en USD 0,02 el ICE a cada cigarrillo y 6 por litro de bebidas alcohólicas.
Pero la medida que más observaciones tiene es la de los vehículos que cancelarán un impuesto por ‘medioambiente’. La idea de Rentas es cobrar más impuestos y dependerá de la capacidad contributiva del contaminador.
Según las estadísticas del SRI, existen 1,4 millones de autos en el país y solo el 3% de unidades cuesta USD 30 000 o más. Es decir, esos usuarios cancelarán una tarifa representativa. El 97% restante pagará un tributo simbólico que dependerá del nivel de contaminación del automotor.
Eso implica que se cobrará más tributos a quienes tienen autos de mayor valor. Aunque los vehículos de alto costo en el mercado y con un cilindraje superior a los 3 000 centímetros cúbicos son los que mejor tecnología tienen para evitar la contaminación.
Solo en el 2010 se comercializaron 132 000 unidades en el mercado. Y además se importaron, entre vehículos y partes de automotor, más de USD 1 000 millones con la tendencia de seguir en alza los próximos meses.
Carlos Macklif, gerente de Probitas, señala que es un impuesto que no busca premiar al que menos contamina sino al que más consume combustibles. “Eso tiene que ver con el cilindraje de los carros porque, a mayor tamaño, el consumo de combustibles aumenta. Y ahí están los vehículos que llegan hasta USD 100 000”.
Para el asesor tributario Wilson Ruales aún no se puede analizar la reforma porque no está claro cómo se cobrarán varios impuestos. “Pueden tener agenda ambientalista pero el fin es fiscalista ya que en todos los casos solo pretenden obtener más ingresos”.
Pero, según el catedrático Marlon Noblecilla, la novena reforma genera más incertidumbre entre los consumidores y empresarios. “Ni bien se aplicó una reforma y ya empiezan con otra. O sea que si mañana hay problemas en la educación también van a aplicar reformas para financiar las obras”.
Noblecilla, se pregunta ¿qué pasará luego de que la reforma cumpla con su objetivo? “Seguirán o se reformarán esos impuestos. Eso genera preocupación porque por más que aumenten los impuestos no se va a reducir el consumo”.
Por su parte, Macklif sostiene que esos aumentos pueden generar inflación y contrabando ya que son productos de consumo masivo en el mercado. “Por más que quieran controlar la frontera no van a evitar el ingreso ilegal de esos productos al país”.
Por su parte, el analista Walter Spurrier señala que la reforma pasa también por una estrategia para que se reduzcan las importaciones de bienes de consumo. “No sería sorpresa que en un momento se decida gravar con más aranceles a los celulares o a los televisores, por ejemplo. Así encarecerían el producto externo y la gente tendría que comprar producto nacional o no comprar”.

TOMADO DE: DIARIO EL COMERCIO, QUITO, junio 1 2011

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