jueves, 26 de mayo de 2011

Eloy Alfaro, ¿socialista o liberal?

Eloy Alfaro no era socialista de ningún siglo, era un liberal social, compruébelo usted mismo, leyendo los siguientes artículos:

 

LA REVUELTA LIBERAL (1895-1912)

 Para adentrarnos a una nueva etapa del nuevo periodo del Ecuador es necesario revisar el perfil de lo que fue la revuelta liberal, con antecedentes expuestos por Enrique Ayala Mora en: Resumen de historia del Ecuador pp. 82. "El auge de las exportaciones cacaoteras provocó la consolidación, al interior de la oligarquía costeña, de una fracción de comerciantes y banqueros, diferenciada de los propietarios rurales. Este grupo, al que podemos llamar con propiedad burguesía comercial, fue el sector que logró la dirección de la política con la ´transformación´ liberal. En el golpe de estado y Guerra Civil de 1895, (…) el beneficiario político fue la burguesía."
 La justificación de la revuelta de 1895 dirigida por el general Eloy Alfaro, fue el logro de la burguesía en la política con una ideología liberal y la venta de la bandera en el gobierno de Luis Cordero.
Con la triunfante revuelta se nombró a Alfaro como Jefe Supremo y fue necesario el desarrollo de un programa "liberal" que representase el cambio de la ideología política, lo que implicaba una reestructuración del aparato estatal en el ámbito social y económico, bajo el concepto en la Asamblea Constituyente de 1896-1897 se aprueba la ley de Instrucción Pública la cual implementa la enseñanza gratuita; en la misma asamblea se aprueba también la supresión del diezmo; el programa liberal consiguió el objetivo de comunicar a la sierra y costa con la implementación del ferrocarril el cual aumentó las relaciones comerciales entre las mismas.
En 1901 es elegido Presidente de la república al general Galo Plaza que constituyó su fuerza u apoyo político (placismo) con el sector oligarca, mientras el alfarismo se consolidaba en el pueblo. Plaza respetando el liberalismo expidió en 1902 la ley del matrimonio civil y la ley de cultos en 1904.
Por septiembre de 1905 fue elegido inconstitucionalmente Presidente de la República a Lizardo García; en contra a la circunstancia se arremetió Alfaro con marchas en Quito y el resto del país.
En la Asamblea Nacional de octubre de 1906 se emitió la doceava Constitución llamada la Carta Liberal, cuyo interés fue el de separar a la iglesia del estado, en la misma Asamblea se elige a Alfaro para su segundo periodo presidencial. En su segunda presidencia Alfaro completó la construcción ferroviaria que llegó hasta Quito y en 1908 modificó la ley de Beneficencia, creándose las juntas de beneficencia.
Durante esta etapa el Ecuador vivió una incertidumbre con respecto a sus límites territoriales en especial con el vecino país del sur, Perú.
Cuando Alfaro dejó su segundo mandato en 1911, se generó una disputa por el poder, ante el problema Alfaro quiso tomar el laudo pero fue tomado prisionero para ser ejecutado e incinerado por aglomeraciones de gente controlada por contingentes liberales y derechistas.

Fuente: www.monografias.com

 

ALFARO Y LOS NEGROS

Autor: Prof. José Arteaga P.
Con la llegada de los europeos a América hace 500 años, se inició el mundo moderno y el más intenso proceso de mestizaje que se haya producido en la historia de la humanidad de lo que va hasta el presente siglo … Cuando ese indígena ya no pudo responder al afán expoliador, al afán de enriquecimiento rápido de los colonizadores europeos, vino el negro africano a suplir la sangre india, a morir en el trópico, donde había que extraer plusvalía para ese naciente imperialismo económico.
En el siglo XVIII tiene lugar la revolución francesa, en 1789, que encabezada y financiada por la burguesía naciente que eran los artesanos, los comerciantes, los banqueros incipientes, clase social emergente, que derrota al feudalismo. Esa burguesía protagónica de la revolución francesa acogió al liberalismo como su ideología y Ilega a América, y por ende a la Presidencia de Quito, de contrabando, clandestinamente, y Espejo en Quito y el Cacique Parrales y Guale en Manabí las divulgaron subrepticiamente.
La divulgación y la asimilación de esa idea fue el resultante de la independencia política de las colonias españolas y entre nosotros de la conformación, primero de la Gran Colombia y luego de la República del Ecuador. Pero esa libertad obtenida só1o quedó enredada entre los criollos con pujos aristocráticos y la burguesía, beneficiarios y usufructuarios de ella. El indio, el negro y el montuvio continuaron en la servidumbre.
Nuestra República, en 1830, recibe las aguas bautismales bajo el signo conservador que era en toda forma el feudalismo dominante en esta tierra y especialmente en la serranía de nuestra patria morena. Pero con los gobiernos de Flores viene la idea liberal en hombres como Vicente Rocafuerte y como José María Urvina, hasta que aparece en el escenario ese gran montonero radical manabita, Eloy Alfaro Delgado, que desde mediados del siglo XIX toma la bandera liberal radical e impulsada por la burguesía agroexportadora de Guayaquil desafía al feudalismo serrano.
Eloy Alfaro con la ideología liberal y con la burguesía emergente habla de derrocar al feudalismo conservador que explota al indio y mantiene como conciertos, una forma de ideología moderna de esclavitud, a los negros y a los montuvios.
Alfaro a los indios, a los negros y a los montuvios les da una bandera para superarse; por eso es que estos sectores desposeidos vieron en la prédica del “indio Alfaro” o del “Amitu Alfaru”, entre comillas, su esperanza de reivindicación. Por eso se explica que en el Siglo XIX la prédica liberal, el liberalismo radical alfarista, la alfarada, haya motivado a estos sectores sociales para acompañar al General de las derrotas.
Por to tanto la revolución liberal, la alfarada, de 1864 a 1895, fué simple y Ilanamente la prolongación en América de la Gran Revolución Francesa, de 1789. Por eso es que en el Ecuador aunque se piense que el problema de los negros tenemos que deslindarlo del problemas de los indios. En ciertas épocas de nuestra vida colonial y republicana tenemos que unirlo y hablar de ellos cual si fueren hermanos gemelos de los mismos dolores, martirios y sufrimientos.
Desde 1864 que Alfaro inicia sus primeros pinos revolucionarios en Colorado de Montecristi, comienza la efervescencia de un liberalismo radical; porque Alfaro no es que proclama la libertad. Alfaro es la libertad. Es la libertad que flamea en los llanos de la Costa y en los páramos andinos. Por eso es seguido por los negros, por los indios, por los cholos, por los montuvios, por los obreros, por todos aquellos que aspiraban su verdadera libertad, su auténtica libertad que la tenía a medias.
El triunfo de la revolución liberal radical, machetera, montonera, alfarista o como se la quiera Ilamar consagra la libertad; pero Alfaro cometió el error de no retener para sí por lo menos unos 10 a 12 años la Jefatura Suprema para con su espada rubricar todas las conquistas anheladas que la frustró el constitucionalismo burgués. Y aunque en la constitución de 1877 se consagra la libertad en todos los órdenes, la esclavitud se enmascara con el concertaje y el huasipungo, otras formas modernas de esclavitud.
Por otro lado como la iglesia era la mayor terrateniente del Ecuador que tenía la mayor cantidad de esclavos en la sierra y arrimados y dependientes en la costa, al dictarse la ley confiscando los bienes de manos muertas (los latifundios religiosos), éstos por obra y gracia del nuevo presidente Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez pasan a poder, como arrendados, de los latifundistas seglares, con lo que en nada aliviaron su situación los conciertos, huasipungueros dependientes y arrimados; pero se deja abierta la brecha para que se continúe la lucha frontal por la libertad.
Debemos recalcar que Alfaro hizo una revolución demócrata burguesa y que mirando la época de esta revolución hasta allí pudo Ilegar. A lo mejor Alfaro aspiró a más; hizo la transformación política pero no alcanzó a llegar a la revolución socio?económica que, mirándola con la óptica de fines del Siglo XX y comienzos del XXI, nosotros aspiramos… Y a lo mejor hubiéramos querido que él la haga.
Alfaro era un idealista. Soñó con hacer la transformación que pregonaba el ideario liberal. La igualdad, la fraternidad, la sociedad democrática. Luchó y murió por eso. Pero sus lugartenientes, sus propios compañeros de armas traicionaron el ideal y en el mismo gobierno alfarista, sus mismos con militones prepararon la muerte del caudillo. Hombres costeños, manabitas como Leonidas Plaza o serranos como Julio Andrade se entregaron a los deleites de la oligarquía feudal interiorana y a la banca agroexportadora de la costa y en maridaje con ellos frustraron parte del programa de la revolución liberal radical, que aunque no era una revolución socialista, tenía proyectos sociales más allá de los que pretendía la burguesía, parte de la cual se estaba oligarquizando.
Las esperanzas de Alfaro y sus tenientes leales se desangraron en el panóptico de García Moreno con sus decapitaciones y se quemaron en El Ejido con sus incineraciones. Pero con todo Alfaro cumplió hasta donde pudo con los negros y con los indios porque no solamente que consagró en la ley su principio, sino que tratándose de los negros inclusive les fijó territorio en donde ellos han hecho su vida. Allí tenemos en la Sierra del Valle del Chota y en la costa en algunos sectores de la provincia de Esmeraldas …
Para completar la obra de Alfaro se necesita la verdadera incorporación del negro y del indio a la nacionalidad ecuatoriana, porque esta es la única y auténtica nacionalidad, sin, repito, tratar de aculturizarlos: respetando sus mitos, sus creencias religiosas, sus leyendas y tradiciones. En eso también radica la libertad individual o colectiva por la que luchó Alfaro y sus tenientes. Entonces para completar la obra de Alfaro y resolver los problemas del indio, del negro, del montubio, del proletario es necesario darles a todos los sectores marginados el valor humano que tienen como seres humanos …
(Fuente: El Negro en la Historia, -Raíces Africanas en la Nacionalidad Ecuatoriana 500 años-, Centro Cultural Afroecuatoriano, Quito, 2002).
 
 Tomado de: http://afros.wordpress.com/historia/eloy-alfaro/

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