sábado, 16 de julio de 2011

De cal y de arena (sobre el crecimiento económico en el Ecuador) PLP


Pablo Lucio Paredes pabloluc@uio.satnet.net

Excelente que el crecimiento haya superado el 8% en el primer trimestre del 2011 frente al similar del 2010. Aumentar la producción es el primer paso para resolver problemas económicos y sociales (no el único, pero sí el más importante). Olvidemos que el Gobierno solo se emociona con el crecimiento cuando es alto, porque lo desprecia cuando los resultados son bajos, pero esa es la realidad: crecer es sano.

…Pero es un crecimiento no basado en empleo. Hay muchas maneras de presentar las cifras, veamos dos que muestran al menos que algo extraño pasa en el mercado laboral. En esos 12 meses la Población Económicamente Activa ha bajado en 150.000 personas y las personas ocupadas, en 40.000 (aunque 110.000 parecen haber pasado del subempleo al empleo pleno). La tasa de desempleo a marzo era del 7%, apenas algo menos que los últimos años. Algo recuerda los problemas del 2008: crecimiento superior al 8% con desempleo en alza. No es cuestión de criticar o alabar (mensaje para lectores que ya estarán afilando dardos a mis observaciones), sino mirar las cifras y concluir que algo pasa en el empleo para enfrentar el problema. Y también tomar en cuenta, que a pesar de un aumento en el 2010/2011, la inversión privada sigue 3 o 4 puntos del PIB debajo de años anteriores.

Muy bien blindar el precio del petróleo: pagar a una aseguradora una prima que nos permita recuperar todo lo perdido si el precio cae por debajo de un cierto nivel. Recordemos que en el gobierno de Sixto Durán-Ballén ya se lo hizo. En esa época el precio nunca bajó del límite establecido y en consecuencia el país pagó la prima y nunca recibió una compensación (como si usted contrata un seguro de salud y no se enferma). Pero el Congreso enjuició a los que contrataron el seguro por “mal uso de fondos públicos”, supuestamente lo bueno hubiera sido que el precio del petróleo sí caiga (como si usted rezara por enfermarse para no “malgastar” el seguro). Por eso nunca más se utilizó este mecanismo, salvo en los años de Gustavo Noboa en que se lo incluyó dentro de los contratos de compraventa de crudo, cuando hubiera sido muy útil en momentos claves (1998 y 2009, por ejemplo). Vemos cómo la mala política afecta las buenas decisiones económicas.

…Pero, porque ahora están garantizados por más de la mitad del petróleo, hay que mirar con mucho cuidado los préstamos chinos. No solo porque las condiciones financieras son malas (tasas de interés altas, plazos cortos, garantía absoluta de petróleo, costos adicionales) sino porque da la impresión que esto le abre las puertas a la China en muchos sectores, y las preguntas son: ¿las empresas chinas ofrecen las mejores condiciones?, ¿tienen la mejor calidad?, ¿participan en los concursos en las mismas condiciones que otros?, ¿no terminan disimulando en los contratos ganancias adicionales que se agregan a los costos financieros de los préstamos, en sí mismos ya caros? Quien corresponda debería realizar el respectivo análisis… ¿alguien lo hará?

TOMADO DE: EL UNIVERSO DIGITAL.

COMENTARIO: Pablo Lucio Paredes tiene todo el derecho a opinar porque: 1) creo que vivimos en una sociedad democrática; y, 2)  es un experto económico (Doctor en Economía Aplicada).  
Por eso, espero que quienes lo critican, tengan también su nivel intelectual y académico.  (Hayek decía, que la economía es una Ciencia donde cualquier poco entendido en la materia, puede expresarse libremente, por sus implicaciones en su vida diaria). 
Concuerdo además con él, en el sentido de que el crecimiento es siempre importante, no sólo cuando coyunturalmente el Gobierno consigue una importante cifra y que además debemos fijarnos también en los bajos niveles de inversión privada.  Está comprobado, las inversiones van a las naciones que económicamente siguen una política responsable, un sistema pragmático, no simplemente proteccionista.  Basta con mirar tantos países antes subdesarrollados que gracias a un manejo ordenado de la Economía no paran de crecer.  Un ejemplo de ello es la propia China.  Comunista en lo político, pero sumamente liberal-capitalista, en lo económico.  

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