Personalmente, siempre me baso en grandes pensadores; en gente que mediante sus investigaciones, ha permitido que comprendamos más y mejor, el complejo mundo de esta moderna ciencia social, llamada: ECONOMÍA CIENTÍFICA; por eso, yo a mis alumnos, siempre les digo que primero es la economía, antes que la política y la parte social; porque sin recursos, es muy difícil ser solidario; como decía Margaret Thatcher (+): "El buen samaritano, se habría quedado sólo en buenas intenciones; si no hubiese tenido dinero". Veamos, lo que escribe el periodista e investigador económico francés: Guy Sorman, en la contraportada de su libro: "La Economía no miente" (obra que muy gentilmente me la obsequió mi buen amigo, el Dr. en Economía Aplicada: Pablo Lucio Paredes, dado que la Universidad San Francisco de Quito, en 2010, la publicó traducida al español):
" (...) Sólo en el curso del siglo XX, las malas políticas económicas, devastaron naciones; y causaron más víctimas que cualquier epidemia. En cambio, las buenas políticas económicas, permitieron reconstruir la Europa de la postguerra; arrancando de la pobreza generalizada, a cerca de 800 millones de habitantes, en particular de la India y China.
La ciencia económica enseña, que para progresar no es indispensable disponer de recursos naturales; y que no existe ninguna civilización inepta para el desarrollo. LO ÚNICO QUE IMPORTA SON LAS BUENAS DECISIONES EN MATERIA DE POLÍTICA ECONÓMICA; los "malos alumnos", pagan con su propio estancamiento" (Guy Sorman, "La Economía No Miente", contraportada).
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