domingo, 27 de agosto de 2017

Los políticos socialistas han convencido a las masas que el Capitalismo (economía de libre mercado) es malo, cuando es el único sistema realmente comprobado para salir del subdesarrollo.
Socialismo es economía estatal (planificadora, corporativista, interventora y dirigista); Capitalismo es economía de libre mercado (espontánea, cooperativa, mutuamente beneficiosa). Las denominadas terceras vías o economías mixtas, son un intento fallido por equilibrar lo mejor del Capitalismo y lo mejor del Socialismo; en esa línea se inscriben la Socialdemocracia keynesiana y el Mercantilismo proteccionista, que provocan un ficticio crecimiento en el corto plazo (al que los poco ilustrados denominan: “milagro”). A mediano y largo plazo, la excesiva intervención del Estado en la economía provoca inflaciones y estancamiento económico, dado que se requiere financiar los déficits presupuestarios mediante emisión monetaria (en el caso del Ecuador eso no es posible, de allí que muchos economistas pedimos disciplina fiscal).
En el Socialismo es el gobierno el que planifica y dirige, en el Capitalismo de libre mercado es la sociedad la que lo hace, en función al sistema de precios que actúa como señal o luz de semáforo para productores y consumidores. Capitalismo no es explotación, es libertad. Socialismo no es paraíso, es esclavitud; donde un individuo encumbrado en las alturas del poder da las órdenes y el resto obedece, sin chistar. El Capitalismo liberal está basado en la ciencia económica (los liberales la fundaron), mientras que el Socialismo está cimentado en la ideología política (los socialistas la popularizaron).


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