domingo, 27 de agosto de 2017

EL LIBRE MERCADO

UN ADELANTO DEL TRATADO DE ECONOMÍA, PRONTO EN CIRCULACIÓN:
1.5 LA ECONOMÍA DE LIBRE MERCADO Y OTROS SISTEMAS ECONÓMICOS
La Economía trata acerca de la organización social de la actividad humana. Entendida organización, como las actividades coordinadas efectuadas por las personas, cada una de las cuales realiza diferentes tareas, para la consecución de un objetivo común.
El mejor régimen de organización socio económico (por permitir el desarrollo, el progreso, la paz y la prosperidad) es el sistema de libre mercado o de precios. En un sistema así, los factores productivos (recursos o insumos) tienden a confluir hacia donde perciben la tasa de retorno (rendimiento) más alta o los mejores beneficios (utilidades). Los precios actúan como señales de semáforo para los movimientos de recursos en la Economía suministrando información en forma barata y rápida, afectando de esta forma el tema de los incentivos. Los precios se forman y se establecen automáticamente en los incontables mercados de los numerosos bienes y servicios comprados por la demanda y vendidos por la oferta.
Sistema de libre mercado que no es perfecto (pero sí mejor que el socialismo o estatismo de izquierda y su primo hermano el mercantilismo o estatismo de derecha), como lo diría la respetada opinión de Milton Friedman (ex Premio Nobel de Economía en 1976 y principal difusor del liberalismo económico):
“Existe una enorme cantidad de pobreza en todo el mundo. No existe sistema perfecto. No hay ningún sistema que vaya a eliminar completamente la pobreza, en cualquier área. La cuestión es: ¿Qué sistema presenta mayores oportunidades? ¿Cuál es la mejor forma en que la gente pobre pueda mejorar sus vidas? Y a ese respecto, la evidencia de la historia habla con una sola voz. No conozco ninguna excepción a la proposición que dice que mientras más libre sea el sistema, mejor ha estado la gente pobre y común” (Milton Friedman)
A más del sistema de mercado, existen otros dos métodos o formas de organizar las actividades económicas. El uno se basa en los planteamientos ideológicos y políticos del alemán Karl Marx, quien a través de su libro: “El Capital”, ejerció una gran influencia en el siglo XX, mediante el socialismo de planificación central de la economía, puesto en vigor en naciones como: la ex URSS, Alemania Oriental y Europa del Este, la ex República Popular de China (hoy China simplemente, país que amenaza a EEUU su hegemonía mundial aunque hay quienes dicen que es un capitalismo intervencionista el que allí se aplica), la India, Vietnam, Cuba, Venezuela, Corea del Norte y algunos países africanos, en donde triunfó la revolución marxista.
Sistema socialista con una economía basada en un Estado centralmente planificado que hoy por hoy apenas si sobrevive en tres países: Cuba, Venezuela y Corea del Norte.

Esquema teórico que no funcionó en la práctica, por la simple y sencilla razón de estar fundamentado en un Estado interventor y entrometido en todas y cada una de las actividades económicas; respondiéndole a la economía las tres preguntas fundamentales: Qué, cómo y para quién producir.
A más de que en este tipo de sistema, el Estado debe incurrir en una serie de complicadísimos e intrincados métodos para calcular los precios de los innumerables bienes y servicios a ser intercambiados, reduciéndose a su mínima expresión el sentido de libertad e incentivos individuales que son los requisitos indispensables para el progreso de las naciones.
De todas formas, a pesar de ser inviable el sistema socialista marxista existen 10 puntos del “Manifiesto Comunista” de Marx y Engels (1848) que han sido impuestos por el socialismo en todas sus variantes (desde rojos hasta violetas y rosados) en América Latina y que muchas veces no nos hemos dado cuenta de ello y son: 
1.- La “Reforma Agraria”, o sea la lucha contra el latifundio: la gran propiedad rural.
2.- El “Impuesto Progresivo”, o sea que quien más gana, más paga 
3.- El “Impuesto a la Herencia”, para tener más igualdad de oportunidades.
4.- La nacionalización de grandes empresas extranjeras y la confiscación de propiedades privadas, por motivos de bien común.
5.- El Banco Central para emitir la moneda nacional de curso legal y de bancos del Estado, para orientar el crédito al servicio del público.
6.- Ferrocarriles, líneas aéreas y transportes del Estado, para ir hasta los lugares más alejados.
7.- Fábricas, fincas agropecuarias y empresas comerciales del Estado, para vender productos más baratos.
8.- Leyes del Trabajo, urbano y rural, fijando sueldos mínimos, y dignas condiciones laborales.
9.- Retenciones por el Estado de una porción de las ganancias de las empresas privadas en minería, petróleo y gas, y de las grandes haciendas agropecuarias.

10.- Educación pública y universal, gratuita y obligatoria para todos los niños y jóvenes.
Alberto Mansueti en este interesante artículo a modo de test te pide que sumes 1 punto por cada aspecto que estés de acuerdo. Si sacas 10 o 9 eres un comunista total, entre 8 y 6 muy comunista, entre 5 y 3 comunista y menos de 3, eres muy poco comunista. Este autor concluye: “la realidad es que vivimos en países socialistas. La pregunta es: ante la pobreza, las crisis, el desempleo y las recesiones, ¿vamos a seguir echando la culpa al capitalismo?”.
De allí que por regla general y no por mera casualidad, las naciones más desarrolladas, son también aquellas que disfrutan de un mayor grado de libertad económica.
Otra forma de organizar la actividad económica, la encontramos en las doctrinas del economista británico, John Maynard Keynes, quien a través de su libro: “Teoría General del empleo, el interés y el dinero”, planteó en 1936, la necesidad de que el Estado intervenga en la economía, cada vez que hayan fallas del mercado y se produzcan recesiones. Su doctrina es netamente cortoplacista, él mismo lo reconoció cuando dijo: “En el largo plazo, todos estaremos muertos”.
No obstante Keynes, tal cual lo señalara Milton Friedman en un video de la serie “Libre para elegir”, es víctima de la mala interpretación de sus seguidores para quienes el Estado debe intervenir siempre en la Economía, aún a costa de desplazar la inversión privada y con una política de “déficit permanente”, que él nunca la recomendó. Además, los neokeynesianos plantean subir los impuestos para que el Estado recaude más, cuando si vemos el planteamiento original de Keynes, lo que sugirió es que en una recesión se deben bajar los impuestos y sus discípulos más bien hacen todo lo contrario.
De allí que por seguir a pie juntillas las recomendaciones de la política neokeynesiana, EEUU los países occidentales y todos aquellos que las pusieron en vigor tuvieron que sufrir inflaciones galopantes derivadas del exceso en el gasto público financiadas por la vía de una mayor emisión monetaria, es decir, monetizando el déficit.
En los años 70, las políticas keynesianas provocaron “estanflación”, es decir estancamiento económico combinado con inflación. Por tal razón, basado en la evidencia histórica, personalmente, concluyo de la siguiente manera: Las políticas capitalistas de libre mercado progresan naciones; las políticas mercantilistas, intervencionistas, socialdemócratas o keynesianas las estancan; y las políticas socialistas marxistas o comunistas las involucionan.

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