domingo, 11 de septiembre de 2011

Rodrigo Borja: "Gadafi, un desquiciado y megalómano sátrapa libio"

Tiempo de lectura: 3' 14'' | No. de palabras: 526

Rodrigo Borja

00:59 El 21 de diciembre de 1988 dos agentes del servicio secreto del megalómano y desquiciado sátrapa libio colocaron una bomba en el Boeing 747 de la PanAm que volaba de Franckfurt a Nueva York y lo echaron abajo con sus 259 pasajeros.

Cuando los electores de Suiza votaron por la prohibición de construir minaretes en el territorio helvético porque esos símbolos del poder religioso musulmán eran incompatibles con el laicismo estatal suizo, la respuesta fanática del dictador no se hizo esperar: dijo que Suiza es "infiel y apóstata, destruye las casas de Alá", y le declaró la "guerra santa". La publicación de una caricatura "blasfema" de Mahoma en un periódico danés fue causa para que Gadafi rompiera relaciones diplomáticas con Dinamarca en el 2005.

El pensamiento y actitudes del troglodita libio representaban un retroceso histórico de diez siglos.

En su visita a Roma el 2010, con poco elegantes palabras de chantaje, pidió a la Unión Europea 5.000 millones de euros por año para frenar la migración ilegal de África.

Recuerdo que los gobernantes de América Latina y el Caribe me pidieron que representase a la región en la 9ª Cumbre de los Países No Alineados en Yugoeslavia, septiembre 1989. Acepté la honrosa misión. Fui a Belgrado. Compartí la tribuna de la ceremonia inaugural con Hosni Mubarak, que representaba a África, y con el jefe de gobierno hindú Rajiv Gandhi, que hablaba en nombre de Asia.

En mi discurso ante los 1.500 delegados de 150 países —entre los que estaban 102 jefes de Estado o de gobierno— expresé que veía acercarse el colapso de la Unión Soviética y reseñé las razones de orden geopolítico y geoeconómico que sustentaban mi opinión. Planteé entonces que, en consonancia con las nuevas circunstancias de la vida internacional, los países no alineados debían repensar sus objetivos y estrategias. Dije que éramos no alineados con respecto a las dos superpotencias, que en su lucha por la hegemonía mundial habían convertido a los demás países en peones de su ajedrez geopolítico, pero que la desaparición de una de ellas modificaría por su base el orden internacional y nos forzaría a revisar nuestra posición.

Mis palabras irritaron a Gadafi. Me respondió con groseros términos. Dijo que los que no profesaban la filosofía de la no alineación debían irse. Pero no entró al fondo de la cuestión ni demostró la menor perspectiva histórica.

En mi contrarréplica dije que sólo un tonto y un fanático como él no podía ver que una nueva era histórica estaba por abrirse, frente a la cual la posición de los no alineados debía modificarse.

Dos meses después se desplomó el Muro de Berlín. Y en el plazo absurdamente corto de 5 meses se vino al suelo el imperio soviético, concluyó la confrontación entre las grandes potencias, los países del este europeo dieron un viraje ideológico de 180 grados y advino la postguerra fría con su orden unipolar.

TOMADO DE: www.elcomercio.com, 11 de septiembre 2011

COMENTARIO: Coincido totalmente con su opinión sobre Gadafi y el fracaso comunistoide, Dr. Rodrigo Borja Cevallos, ex Presidente del Ecuador...

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