Los
ciudadanos de América Latina, estamos contemplando el desplome de un proyecto
político revolucionario nacido en el Foro de Sao Paulo (fundado por el Partido
de los Trabajadores, en Brasil, 1990): “el Socialismo del siglo XXI”. Sus principales gobernantes, todos alineados
con la izquierda y el socialismo, se han visto envueltos en escándalos de
corrupción. El más reciente y sonado, el de su líder emblemático, Lula da
Silva, protegido a diestra y siniestra por su sucesora, Dilma Rousseff. A pesar de este ruidoso fracaso, hay quienes
(¿desconocimiento o mala fe?), insisten todavía en vendernos la idea de que “el
socialismo real es otra cosa y que esta vez será diferente”.
El
socialismo, es un sistema político que promueve una supuesta igualdad (de
resultados, más que de oportunidades) entre los seres humanos y que como hay un
sistema económico explotador y desigual, el capitalismo, hay que acabar con él
e instaurar un sistema popular y antiimperialista.
Los
ecuatorianos, en las próximas elecciones, deberíamos rechazar en las urnas a
este tipo de movimientos de izquierda, que pregonan la “recuperación del Estado
y el fin del neoliberalismo”, porque todos ellos lo que pretenden es: agrandar
el tamaño del Estado, para darle más espacio a la corrupción; y, que sus
gobernantes vivan como reyes, mientras sus pueblos sobreviven como mendigos.
¡No hay tal
superioridad moral del socialismo!, la realidad objetiva, acaba de demostrarlo,
porque mientras el empresario capitalista se enriquece trabajando y
produciendo, el audaz político socialista se enriquece robando y/o dilapidando
el dinero de los contribuyentes.
Pablo Zambrano Pontón
Enlace artículo original en Diario El Comercio: http://www.elcomercio.com/opinion/socialismo-americalatina-politica.html marzo 20, 2016
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