MI OPINIÓN PERSONAL SOBRE ESTO, QUE CONSTARÁ EN MI PRÓXIMO Y QUINTO LIBRO: "VISA AL DESARROLLO":
¿QUIÉN ERA KEYNES PARA FRIEDMAN?
Extracto
de entrevista realizada a Milton Friedman
Milton Friedman comparte con
Keynes, el título, de mayor economista del siglo XX.
¿Qué podría decir sobre Keynes?
Friedman:
Keynes fue un gran economista, por el cual tengo una enorme
admiración. Creo que su mayor contribución fue el libro publicado en los años
20, llamado Programa para una Reforma Monetaria. Él mostró que el Banco Central debe optar
entre controlar los precios internos y la tasa de cambio. No puede hacer las dos cosas al mismo
tiempo. En ese aspecto, estamos
totalmente de acuerdo. Su libro más famoso, claro está, es la Teoría General
del Empleo, del Interés y del Dinero, publicado en 1936. Ese libro fue estimulado por la depresión
mundial de los años 30. Las fábricas
vacías producían poco, mientras el pueblo tenía hambre y necesitaba ropas y
techos. ¿Cómo explicar esa
contradicción? Keynes la explicó
por el lado de la demanda y es por eso que el gasto público juega un papel
vital. La hipótesis Keynesiana era muy
imaginativa e inteligente.
¿Y cuál es su mayor contribución, la suya
Milton, a la teoría económica?
Friedman:
Considero mi mejor libro Teoría de la Función Consumo, pero el más influyente
fue Una Historia Monetaria de los Estados Unidos, escrito con Anna Schwartz. En
ese libro ofrecemos una explicación alternativa a la crisis de los años '30.
Para nosotros, la severa recesión se debió a fallas en la política monetaria
adoptada por el Federal Reserve, el FED, el banco central americano. El FED
permitió que la cantidad de dinero fuese reducida a un tercio. Creo que nuestra
hipótesis se demostró mucho mejor que la Keynesiana. Nuevamente, la prueba vino con el tiempo.
En
los años 60, yo predije que si alguien intentaba mantener el desempleo bajo,
gastando más y produciendo inflación, el resultado sería un fracaso en la
reducción del desempleo y un éxito en el estímulo de la inflación. Lo que sucedió
en los años '70 confirmó esa predicción. La
combinación entre inflación y desempleo de los años 70, no es consistente con
la teoría Keynesiana.
¿Keynes
estaba totalmente equivocado?
R:
Si él hubiera vivido más, habría estado de acuerdo en que su explicación no fue
buena. No se puede decir que su teoría era medianamente correcta, pues no lo
era. Pero él fue fundamental para la economía. Los fracasos son tan importantes como los
éxitos en el desarrollo de cualquier ciencia.
¿Qué
quiso decir con la frase "todos somos keynesianos”?
R: Sólo la
mitad de mi frase se hizo famosa. Yo
dije que, por un lado, todos somos keynesianos, pero por el otro, hoy ya nadie
lo es. Somos todos keynesianos porque
usamos los términos que Keynes introdujo, como pleno empleo, propensión a
consumir o eficiencia marginal de la inversión. Pero nadie es ahora keynesiano,
porque su conclusión de que para crear empleo es necesario gastar, ya no es
aceptada”.
En el enlace digital: http: //e-pesimo.blogspot.com/2008/11/mercados-de-la-mano-invisible-de-adam.html,
se lee:
“Tras la I Guerra Mundial y la crisis
de la Segunda Internacional socialista, llegó Keynes. El economista inglés, tan citado, evocado y
añorado (como poco leído); partía de una educación y unos planteamientos muy
clásicos. De hecho, fue alumno de Pigou y, sobre todo, Marshall. Él no era un revolucionario, ni pensaba que
el capitalismo fuera inviable o inaceptable como Marx. Keynes, simplemente, pensaba que el
mercado no funcionaba siempre, y que cuando fallaba, era necesario que el
Estado acudiera en su ayuda, a resolver los problemas. Pero sólo entonces.
Y ése es el modelo de Economía que
triunfó desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El que tiene la mayoría de
los países del mundo al día de hoy y que se conoce como economía mixta. Una mezcla entre Estado y Mercado cuya
proporción varía en función de la coyuntura internacional.
Desde 1945 a 1973 hubo más
Estado. Fue la época de los
neokeynesianos, del triunfo de Paul Samuelson y su Economics, el manual más
vendido de la historia. Los años de más
crecimiento de las economías de todo el mundo. Tras la superación de la Gran
Depresión (para algunos, lograda por el
intervencionismo y el proteccionismo del New Deal, para otros retrasada
precisamente por ello), se acabó la bonanza.
Tras la crisis del petróleo de 1973, el Estado perdió su aura. Ya no era infalible.
Con la crisis financiera, se oyen
voces hoy que piden la vuelta de la regulación y el fin del Consenso de
Washington. Los partidarios de la economía social de mercado (o capitalismo
renano), el modelo surgido en la República Federal Alemana durante la Guerra
Fría, abogan de nuevo por un Estado fuerte que cuide de lo social mientras el
mercado lo hace de lo económico”.
EN
RESUMEN: El británico J. M. Keynes fue uno de los economistas más
influyentes del siglo XX, junto con su colega norteamericano Milton Friedman,
con quien presenta similitudes, pero a la vez diferencias. Entre sus aspectos coincidentes, tenemos que
para Friedman y para Keynes, la economía de mercado constituye el mejor
sistema. Mientras Keynes considera que
el aumento de la oferta monetaria: sube el gasto público, aumenta la inflación
(sólo en caso de que la economía ya esté en el pleno empleo), hace crecer la
producción y reduce la desocupación.
Friedman, decía en cambio, que la política monetaria no tenía efecto
alguno sobre las variables reales de la economía (producción y empleo), que es
únicamente inflacionario.
Este par de
científicos sociales, considerados como los más importantes economistas del
siglo XX, creían que el sistema capitalista era mejor que el socialismo; para
generar: riqueza, bienestar, libertad y desarrollo. Keynes en definitiva, era defensor del
intervencionismo en la economía, cuando había fallas de mercado, mientras que
Friedman era un ferviente seguidor de las teorías de Adam Smith; y en mi
opinión, ambos tuvieron la razón, porque es necesaria la participación del
Estado para generar infraestructura básica y en épocas de crisis recesivas;
pero, en el largo plazo, debe ser aplicado el Liberalismo, es decir, un modelo
basado en la inversión privada, en la libre empresa, la libre competencia, el
libre comercio, con adecuadas políticas redistributivas de corte social en
países subdesarrollados, donde el multiplicador de la inversión autónoma
keynesiano juega un rol más decisivo, por la mayor propensión marginal al
consumo que allí existe.
Así pues, una
cosa es la política económica en tiempos de bonanza o de paz y otra muy
diferente la que se debe emplear en tiempos de crisis o de guerra. Keynes fue muy influyente en lo que a
política fiscal se refiere. Y Friedman,
lo propio, en lo relativo a la política monetaria y la indiscutible necesidad
de que el dinero no crezca (por los “malabares” del Banco Central en alianza
con el Estado), a una tasa mayor, al incremento de la producción (PIB).
Finalmente, Keynes
militó en el partido liberal, aunque criticó constructivamente la visión
autorreguladora de mercado de los clásicos; su doctrina, el “keynesianismo”, fue
la política económica dominante durante el crecimiento del PIB más largo del
capitalismo del siglo XX, entre 1948 y 1967. Su modelo de crecimiento basado en
el Estado, fue cuestionado a partir de los años 70, cuando una nueva crisis
(estanflación) asomó en el horizonte.
Sin embargo,
debemos tener claro que las dos únicas
corrientes científicas del pensamiento económico son: el liberalismo y el
keynesianismo; prueba de esto, son los premios nobel de Economía, que desde
1968 (año desde el que se galardona a los economistas), únicamente han sido
ganadas por sus representantes. El
marxismo, sólo ha producido guerrillas, rebeliones, indignados con el sistema, individuos
parásitos a expensas del Estado, etc., siendo su aporte: filosófico, histórico,
sociológico y político. En este Siglo
XXI (del Conocimiento), América Latina necesita: ¡más científicos y menos
filósofos, historiadores, sociólogos o políticos!, ¡más pragmatismo y menos ideología política!,
¡más unión y menos lucha de clases!, ¡ojalá algún día lo entendamos!...
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