La primera alternativa, generaría 18 mil millones de dólares (traídos a valor presente) en 23 años, es decir, 782 millones anuales de ingreso en promedio. Y la segunda, ahorraría alrededor de 3.600 millones de dólares anualmente.
La mejor opción financiera sería: no explotar el ITT; pero a cambio, ineludiblemente, debemos eliminar el subsidio a los combustibles. Así que las preguntas, en caso de consulta popular, deberían ir en tal sentido.
La izquierda radical y comunista plantea: no explotar el petróleo del ITT y seguir con los subsidios. Lo que acabo de exponer se denomina: Teoría del Costo de Oportunidad, que básicamente significa que la economía es la ciencia de las elecciones, y que si queremos renunciar al crudo del Yasuní, debemos paralelamente eliminar el subsidio a los combustibles, por el alto costo que representan para el presupuesto nacional. En economía: no hay almuerzo gratis.
Pablo Zambrano Pontón
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